El video mató a la estrella de la radio pero Internet es ya el mayor asesino en serie de la historia de la humanidad. Su última víctima: el USPS, el servicio postal de EEUU, donde el correo electrónico está obligando a una reconversión de esta centenaria Institución, que reducirá numerosos empleos y oficinas.

A principios del mes de agosto, la Government Accountability Office (GAO) estadounidense presentaba un relevante informe de auditoría e incluía al servicio postal de EEUU dentro de la lista de instituciones o programas de ”alto riesgo” ¿La razón? Su precaria situación financiera que exige con urgencia una amplia reestructuración que permita ponerlo en una senda económica más sostenible.

El Contralor General accidental de los Estados Unidos y director de la GAO, Gene L. Dodaro, lo decía de esta sencilla manera:

«Las nuevas tecnologías están afectando profundamente a los servicios de gestión pública y privada, incluyendo la entrega del correo tradicional. Agravado por la recesión actual, el volumen de correo electrónico está reduciendo considerablemente los envíos postales, lo que provoca una disminución considerable de los ingresos mientras se mantienen altos costes de personal y de infraestructuras «.

El volumen de correspondencia cayó en 9,5 millones de unidades durante 2008, con un total de 203 millones de unidades y se prevé que descienda otros 28 millones de unidades durante 2009, hasta un total de 175 millones de unidades. Se espera que el volumen de correo (y los ingresos) sigan disminuyendo durante los próximos 5 años. USPS se había autofinanciado gracias al constante crecimiento del correo tradicional para sostener sus operaciones, pero durante la última década las empresas y los consumidores han recurrido cada vez más a la comunicación electrónica.

En el corto plazo, su principal desafío será reducir los gastos con la rapidez suficiente como para compensar la disminución de ingresos. En el largo plazo, deberá considerar las operaciones de fusión o el cierre de las instalaciones innecesarias así como la reducción de su número de empleados, a fin de adaptarse a las nuevas tendencias en el uso de correo electrónico.

Según el informe, ha sido lenta la reducción de los gastos generales e insuficiente para contrarrestar la disminución de ingresos y se sigue manteniendo una infraestructura de alrededor de 38.000 sucursales a nivel nacional. Por ello, el Servicio Postal debe explorar nuevas oportunidades para aumentar los ingresos. «El apoyo del Congreso para estas acciones será crucial», agregó Dodaro.

Durante la próxima década presenciaremos reconversiones de centenarias instituciones. La más dura será la que enfrente la Universidad tradicional, como pronostica Enrique Dans, «el impacto de la tecnología en la educación va a ser mayor que el sufrido por otras muchas industrias, como la de los periódicos». En Estados Unidos, unos 3,9 millones de personas estudiaban en 2007 algún curso de educación superior virtualmente, un 12% más que el año anterior, como recuerda El País de hoy. Pero a eso le dedicaremos otro momento.