
El domingo pasado, la prensa brasileña recogía las declaraciones del presidente Luis Ignacio Lula da Silva, críticando la excesivafiscalización
sobre las obras y acciones del gobierno de Brasil.
Para Lula, este país fue construido para no funcionar
. Hay una máquina de fiscalización mucho más eficiente que la máquina de ejecución
, agrego. Sólo basta ver cuanto gana un ingeniero del gobierno y cuánto gana un auditor del Tribunal de Cuentas para vigilar el camino que hará el ingeniero
, dijo Lula, poniendo en práctica su enorme talento político.
El diario Folha S.Paulo recuerda que el salario mensual de un auditor del TC es de 12.000 reales (4.400 euros) mientras que el salario del ingeniero asciende a 4.300 reales (unos 1.600€). Las afirmaciones de Lula son parte de una campaña del Gobierno para redefinir la forma de actuar de los tribunales de cuentas, en todos los niveles de la nación.
El sistema de control brasileño es bastante peculiar, con algunas potestades desconocidas en Europa. El año pasado, por ejemplo, el TC de Brasil ejecutó 124 medidas cautelares, como forma de suspender licitaciones o bloquear obras en las que consideraba que había irregularidades graves.

Forum brasileiro de controle da Administraçao Pública
Como el año pasado, aprovecho mis vacaciones aceptando la invitación de los Tribunales de Cuentas de Brasil para participar en el Forum de Control que se celebra en Río de Janeiro, el 2 y 3 de julio, con la asistencia de doscientos funcionarios del sector. El evento, que ya está en su sexta edición, es también el III encuentro Brasil-España de Derecho Administrativo. En aquella hablé de Auditoría Operativa en Europa y en ésta, de la Calidad en la Administración.
Esta actividad está organizada por el Tribunal de Cuentas del municipio de Río de Janeiro (que incluye la dirección científica por el consejero Antonio Carlos Flores de Moraes) y la Asociación de Tribunales brasileños de los Estados (ATRICON), los municipios (ABRACOM) y la imprescindible ejecución logística de la Editorial Forum, la principal editora de temas de derecho público en América latina, con más de trescientos títulos sobre gestión y control público en los últimos cinco años.

Los Tribunales de Cuentas europeos emiten una opinión, mediante técnicas de auditoría, sobre la fiabilidad de información financiera que contienen las cuentas públicas. Los Parlamentos (y la opinión pública) valoran políticamente esos informes y salvo que de ellos se concluya malversación o falta de justificación de fondos, no se inician procesos de responsabilidad contable.
En Brasil, las cuentas públicas deben ser aprobadas por los Tribunales de Cuentas de cada Estado (las del Gobierno federal, por el Tribunal de Cuentas de la Unión) y para ello, instruyen un expediente de tipo judicial, con importante intervención del ministerio fiscal, y concluyen con un pronunciamiento expreso, como las sentencias. El gestor que no ve aprobadas sus cuentas por el Tribunal no puede ser candidato en ningún tipo de elecciones, lo que supone un importante acicate para el cumplimiento de la legalidad financiera. Saber más.
El cliente misterioso
La auditoría operativa propicia el empleo de nuevos y variados métodos de trabajo. Continúa desarrollándose, en gran parte, el análisis de documentos o las evidencias obtenidas en entrevistas. Sin embargo, cada vez es más frecuente realizar encuestas entre usuarios y prestadores de servicios públicos. En la NAO británica es frecuente la contratación de empresas de estudios de mercado, para confeccionar y realizar cuestionarios (telefónicos, postales, etc) para obtener los puntos de vista de los usuarios acerca de museos, embajadas, educación o transportes. Un ejemplo muy citado fue el estudio que hizo sobre el tratamiento de las denuncias en la policía de Londres
El seminario tuvo ocasión de reflexionar sobre la necesaria imaginación para realizar el trabajo de campo de las auditorías operativas. Así, la metodología expuesta en la conferencia sobre la Evaluación de la Política Turística de las Administraciones Públicas Canarias, de Rafael Medina Jáber, presidente de la Audiencia de Cuentas de Canarias, que incluía la utilización de la técnica del cliente misterioso, que despertó gran interés. Se trataba de contrastar si los municipios disponen de servicios para atender las quejas y reclamaciones de los visitantes. El cliente misterioso es una técnica cualitativa que consiste en observar y evaluar a las empresas a través de un comprador misterioso y permite comprobar cómo se reciben y gestionan las quejas de los turistas.
La propia GAO, que realiza gran cantidad de trabajos de auditoría operativa y que cambió su nombre para incluir la palabra Accountability, utilizó técnicas mucho más arriesgadas para comprobar que la seguridad de los aeropuertos norteamericanos, como ya comentamos aquí.

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